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Bergara asume el reto de responder a la crisis de cuidados desde una perspectiva comunitaria

Para abordar este reto hemos apostado por incorporar los múltiples agentes y miradas presentes en el ecosistema de cuidados de Bergara, otorgando espacios concretos a cada uno. Para ello, hemos entrevistado a personas y grupos de diversos ámbitos sociales y de cuidados: personal de cuidados de diferentes sectores y regímenes, cuidadoras del ámbito familiar, ciudadanía en situación de dependencia (individuales y asociaciones), personal del Ayuntamiento, asociaciones e instituciones de Bergara… Su participación ha sido imprescindible para la elaboración del Plan y la adopción de medidas reales y eficaces.

Cuidar el proceso y a sus participantes

Como hablamos de cuidados, hemos considerado imprescindible cuidar el proceso y a sus participantes. En todo momento hemos querido tener en cuenta las necesidades y realidades de cada participante. Además, en la fase final del proceso, se hizo una devolución para la ciudadanía que realizó aportes; les presentamos el Plan e hicimos un análisis conjunto de los objetivos y medidas que se detectaron gracias a sus aportes.

Las metodologías cualitativas, en este caso, han servido también para que los diferentes agentes vinculados al cuidado en Bergara puedan conocerse y generar redes, siendo este un factor clave para impulsar la transformación en el ámbito de los cuidados.

Dada la complejidad de la cuestión, el I Plan de Cuidados de Bergara recoge medidas urgentes para abordar en el contexto social actual y, a su vez, reconoce la importancia de caminar hacia un cambio de sistema.

Los siete objetivos estratégicos recogidos en el Plan son:

  1. Comprender el cuidado en toda su dimensión, visibilizar y hacer el reconocimiento que merecen estos trabajos.
  2. Transformar y repartir más equitativamente la cultura del cuidado.
  3. Mejorar las condiciones de trabajo y vida del personal profesional dedicado a los cuidados.
  4. Cuidado y mejora de las condiciones de las personas cuidadoras en el ámbito familiar.
  5. Promover el derecho a recibir cuidados de forma digna.
  6. Trabajar por un pueblo cuidador el punto de vista urbanístico.
  7. Apostar por responder a la crisis de cuidados también desde una perspectiva comunitaria.

El resultado de un proceso de este tipo tiene su valor, por supuesto, pero haber cuidado el proceso garantizará que no termine ahí; es decir que, gracias al sentido de responsabilidad generado durante el proceso, se podrá dar continuidad a lo acordado. Prueba de ello son: el servicio de asesoramiento que se le ofrece al personal de cuidados, el planteamiento de seguir trabajando en el tema en colaboración con la Compañía de María, entre otros, o que haya sido un grupo de mujeres que se dedican a los cuidados quienes han dado el chupinazo de comienzo de las Fiestas de Pentecostés en 2023.