
Hay estadísticas, como las personas que mueren en carretera, que se normalizan y se asumen como algo totalmente cotidiano e irremediable. Sin embargo, son datos cuantitativos que te pueden llevar a hacer muchas preguntas desde un punto de vista antropológico y de género: ¿es el coche únicamente una vehículo de transporte? ¿Quiénes son las personas que conducen temerariamente y son responsables de más accidentes?¿la planificación del transporte público tiene en cuenta las necesidades de las mujeres, usuarias mayoritarias de éste? ¿Son las carreteras un mundo masculinizado donde las mujeres tienen menos oportunidades profesionales? Y que tras responderlas, pueden inspirarnos formas de actuar y transformar esta realidad. Muchas de estas respuestas y propuestas se recogieron en un monográfico sobre movilidad que publicó la Diputación Foral de Gipuzkoa en 2007.